viernes, 2 de agosto de 2013

Lo que el viento nos dejó

Cenizas empobrecidas
Que justifican el silencio
Un ojo hendido
unalenguacerrada
Y ese murmullo ácido
Que ulula
La sangre por las noches
Se desnuda un polvillo de letras
Y caen
Las frases del nombre prohibido

Las manos no alcanzan
A cubrir las mariposas
Serpentea
Una voz de piedra
Desde lo profundo
De las vísceras
         Es el descenso
Arañas en el vientre
Donde la sal es una costra
En su boca
Una grieta herrumbosa
En sus manos
/Vómito de viento/
Quebrar cada astilla de sus huesos
Hasta diseminar la esencia
Y que la Nada
Se parezca a ese rostro
De la ciencia
Y la tieniebla

SEG Abril 2003/2012

Transformer

No te escribo
No te pienso en la morbidez
No te creo en la putrefacción
No te concibo de áurea evaporable
No te considero fantasmagoría
No te imagino ánima desintegrada
         porquesiempre
serás mariposa

SEG 102012

Oquedad



El ojo
Sale sangre circular del ojo

Se duerme mi pasado en tu boca
Y la pared
Es un hueco más
De tu mente

Madre
Desmadre
Desmadrada
Desmamá

SEG 7.2003

(h)ora-da-r


Me arrodillo/ y ruego/ ante ese dios/al que me enseñaste a rezarle/
le ruego a la sangre de su sagrado corazón/te lleve con él
y que las vírgenes de todas las iglesias/de todos los milagros
de todas las ciudades/ se apiaden de vos
Ruego/ Pero a mí
hace tiempo que ya nadie me escucha
Y tus ojos/ en el vacío/ más inmundo/ ex-mundo
en el vacío/ de- mente/ de- madre


SEG 12-8-2003

miércoles, 31 de julio de 2013

Rosas


Sabíamos que no sería fácil. Cuando nos conocimos supo a luz y a tormenta duende y fantasma Yo intentaba no mirarte pero mis dedos terminaron siendo mis ojos No fue fácil No Una carga con monstruos ancestrales papá y mamá no entienden y los tuyos menos Que no era no No era un marido lo que queríamos que así era suficiente
Y ahora desde aquí donde todo es blanco y sólo el vidrio de esta ventana Si no hubiera rejas Cuando salga me iré de aquí a pasear por Europa a conocer el puente en Budapest Las enfermeras no son malas pero este chaleco blanco que me ata a veces y sólo quería que me beses y este olor a desinfectante creo dicen La ventana del cuarto de casa daba sobre el patio allí había un rosedal Al frente los ventanales miraban al jardín también allí había rosas como aquí donde nadie me pega me persigue ni me deja ni me olvida No era fácil Nadie dijo que No no quiero comer y mamá quería nietos pero no yo no quería ser mamá y las rosas rojas yo les ponía veneno para las hormigas como el jardinero acá yo las cuidaba porque papá viajaba y mamá siempre trabaja que trabaja y yo las cuidaba y el sol está tan lindo ayer llovió y no viniste a verme ya podés besarme aquí nadie nos mira no me gusta esta sopa pero podés besarme en el pueblo regar el pasto y podar en aquellas tardes los capullos secos y mamá cocinaba tarta de manzanas siempre espera así a papá y aquí ya nadie me revisa la cartera ni lee los poemas que te escribo mamá quería nietos y ya podés besarme las rosas y las manzanas la nieve sobre el lago y tu sonrisa única a mí me gustaron siempre las rosas pero esta sequedad y no quiero sopa quiero agua ya podés besarme el jardinero no se dio cuenta no no es la sopa no no ahora ya sí ahora no saldré por el parqué ahora ya podés besarme aunque no no podrás nunca más


SEG 1990- 2013

martes, 5 de marzo de 2013

Qué madre

¿Qué madre es la que duelo? ¿La que duele? ¿Cuál duele?
Siento que ya no es tarde para el reencuentro. Para el recuento 
del silencio y de las cosas. Gracias Foucault.
Ella se le llevó. Se me llevó todas las palabras.
Y yo me atraqué. Me Atraqueé. 
De silencios. De alcohol. De comida. De besos que nunca
pero nunca fueron tuyos, madre.
Pero ya es tiempo de dejar de desgarrarse.
La autocompasión es una infame y putrefacta manera 
de aprender a mirar. Y de cegarse.
Hacen falta kilómetros de arrastre para entender 
a qué sabe el polvo del olvido.

SEG2022013

jueves, 12 de abril de 2012

XIII

Mi madre me acuna. Canta y
el aire le sale
por la boca. Inhalo
por la herida,
mi madre sabe
de estas cosas: cierra su boca,
esta forma cruel
de respirar, guardar
el alma 


Irene Gruss