La mirada de la madre. La Teoría del Espejo. La madre ausente
La mirada de la madre
Lacan plantea que el recién nacido no realiza movimientos de acuerdo a su voluntad, por ejemplo cuando tiene hambre, patalea, en lugar de dirigir la mano al pecho o al biberón, o sea que el cuerpo del bebé no responde a las órdenes de su cerebro, su cuerpo funciona defragmentado, y no como una unidad. El bebé sufre esto cuando toma conciencia de que su cuerpo no obedece, esto desaparece cuando descubre su imagen reflejada en el espejo, y el espejo le sonríe. La imagen del espejo le es grata, principalmente porque el espejo imita sus movimientos, estableciendo una comunicación. Este momento se continúa cuando el recién nacido encuentra otros de su edad, Lacan lo llama el “reencuentro con lo idéntico”. Un tercer momento, es cuando encuentra la mirada de la madre, el “encuentro con el semejante”. La mirada de la madre es el espejo en el cual se mira el bebé, si él sonríe la madre sonríe, si llora, la madre se pone triste.
Según Lacan, lo importante no es que sea querido, sino que se pudo decodificar su mensaje. En este momento, el recién nacido va entrando en el Símbolo. Esto servirá para el estudio de la patología.
Cuando un bebé no es comprendido por su madre, al crecer, se desarrollará como neurótico o peor aún, como psicótico. Determina el valor fundamental de la comunicación adecuada de la madre con el bebé, explicando que si al amamantar al niño, la madre está haciendo otra cosa, en lugar de brindarle amor, no se establece la comunicación. Y que el ser humano se estructura en la mirada del otro, o sea, es lo que esperamos que sea. Más tarde, Lacan agregaría que es el momento en que nace la capacidad simbólica de la persona. Y que el símbolo primario es el falo.
Afirma que el inconsciente funciona como un lenguaje regido por la metáfora y la metonimia. El inconsciente emplea metáforas propias, que no parecen tener significado aparente para el estado conciente.
Lacan rompe con el concepto saussuriano de signo, como significado y significante. Para él el significante remite a otro significante, y éste a su vez, a otro más, y nunca hay un significado final. Afirmaba: “el lenguaje se impone, y a la persona no le queda otro remedio que hablarlo”, refiriéndose a que el inconsciente tiene un lenguaje que empuja, y quiere expresarse, y nosotros le damos forma verbal.
www.apuntesdepsicologia.edu.ar
La ausencia de la figura materna
La ausencia de la figura materna Mami……mami…..MAMI!!!!!!!!!!!! Todos hemos oído tan hermosa palabra proveniente de un niño…..pero lamentablemente no todos los niños y niñas gozan de tal privilegio. Sabemos que la figura materna es indispensable en los primeros años de vida, forma parte esencial del desarrollo emocional de los hijos, ya que es quien se encarga de entablar los vínculos afectivos intensos. La madre es el primer modelo para socializar, de ahí la importancia de este vínculo. Las consecuencias de la ausencia de madre dependerán de factores como el contexto familiar, la identidad y autoestima de la persona, especialmete de las figuras cercanas y el apoyo otorgado. Hay quienes logran sobreponerse de manera positiva a este tipo de pérdidas, mientras que otros se ven afectados en su salud emocional, y viven con la idea constante del abandono. La ausencia de la madre puede afectar en la vida del niño o niña sin embargo se puede encontrar ciertas figuras maternas sustitutas, ya sea una tía, hermana, prima, etcétera. Está red familiar y social ayudan mucho al niño y niña a sobrellevar el abandono de la auisencia de la figura materna. Como deciamos anteriaormente la presencia de una figura materna estable parece ser una condición necesaria para el normal desarrollo del niño y niña, pero no es por sí sola una condición suficiente, hay que tomar en cuenta la conducta específica de la madre y el tipo de estímulos que proporcione a su hijo o hija, estós serán en definitiva los elementos que determinarán el curso que siga el desarrollo emocional del niño y la niña.
http://www.cdr.cr/blogs/psicologiarevista/2011/03/07/la-ausencia-de-la-figura-materna/
Engaño, desengaño, enajenación y escisión del yo
Lacan observa que el gran júbilo que el niño experimenta al reconocerse es sin embargo sólo efímero. Se reconoce y se desconoce casi al mismo tiempo, porque aquello que reconoce no es él, sino que justamente sólo una imagen de él. Una imagen separada, que no le pertenece. La completitud que observa es sólo un engaño, una ilusión de sujeto completo que no es más que una imagen. Una figura imaginaria de no fragmentación, engañosa y que al mismo tiempo lo confronta con la propia enajenación. Aquello que el niño ve está fuera de sí, no está en su cuerpo, sino en el espejo. El estadio del espejo implica por ello una experiencia de división o escisión del sujeto.Esta es una razón para que Lacan más adelante distinga entre dos formas del yo: je y moi. Estos dos aspectos del yo no quedan, sin embargo sólo quedarán delimitados de manera clara en una fase más tardía de su obra.
http://es.wikipedia.org/wiki/Estadio_del_espejo
No hay comentarios:
Publicar un comentario